Hominización
Empecemos por una pregunta elemental, ¿Que es el hombre?, el ser humano, “homo sapiens”, el animal más desarrollado conocido hasta la fecha en la Tierra y el Universo. Etimologicamente animal, -alis (anima) ser animado, con capacidad de acción, pese a cualquier teoría creacionista, el ser humano es el resultado cumbre del proceso filogenético de ortogenesis (evolución de la especies) hasta el momento y esto es algo demostrado firmemente desde que Charles Darwin escribiese el Origen de las Especies en 1856, pese a que diversos sectores conservadores sigan atacando la teoría evolucionista, tan obvia, en pleno siglo XXI. Si el ser humano es producto de la evolución continua, entonces, a la inversa, en un pasado todos los seres vivos tuvimos un antepasado genético común, el cual todas las especies tienen grabado en su ADN, según las diferentes adaptaciones a sus respectivos ecosistemas se fue desarrollando la evolución en diferentes ramas hasta la aparición del hombre moderno, todos los humanos tenemos un 99'9% de coincidencia en el ADN, y este hecho desmonta tanto las teorías creacionistas como los prejuicios raciales. El ser humano es un animal y cumple todas las funciones esenciales de los animales: alimentación, respiración, circulación, excreción, movimiento, relación (percepción-respuesta) y reproducción, pero a los humanos se les adjudican diversas capacidades y aptitudes que lo diferencian de cualquier otro animal. Sus capacidades mentales le permiten aprender, inventar y utilizar estructuras lingüísticas complejas, escritura, matemáticas, música, ciencia, tecnología, religión, política. En comparación con otros animales somos entes sociales muy desarrollados, capaces de concebir, crear y transmitir conceptos completamente abstractos. Tendemos a simbolizar todos los cuerpos, fuerzas y sucesos que nos rodean y tratamos de dar un significado a todo a nivel individual y colectivo, de hecho, las cosas no existen por si mismas sino que son percibidas por nuestro cerebro y reciben el significado que creamos apropiado, según nuestras propias experiencias y el impacto emocional que nos causen. El ser humano posee un alto nivel de imaginación, gracias a la capacidad de enlazar conceptos e inventar otros nuevos, a partir de los primeros, somos entes especialmente creativos. Poseemos una elevada capacidad de empatía y tenemos consciencia de la propia existencia, del tiempo y del entorno. Sentimos una gran intensidad afectiva, expresiva (moral, arte) y emotiva, contamos con una gran capacidad de razonamiento y resolución de problemas complejos (ciencia, tecnología), en este aspecto en la sociedad actual, y desde siempre en la historia, el hombre a tendido siempre más a la capacidad mental (ciencia, tecnología) que a la afectiva (moral, arte). En consecuencia a la adaptación humana, sus instintos animales han ido desapareciendo gradualmente, no por completo ni mucho menos, pues es aun nuestro instinto animal el que controla e influye en todas nuestras acciones, pero no contamos con ningún tipo de habilidad especial instintiva, en las cuales los animales han ido perfeccionándose hasta limites asombrosos gracias a su progresiva adaptación a su medio, al cual quedan anclados. Así puede decirse que el ser humano cuenta con la ventaja evolutiva de su mente privilegiada, la capacidad de entender al medio, y modificarlo. El cerebro humano es hasta la fecha la maquina más compleja concebida por la naturaleza y aun hoy es imposible descifrarla por completo. El cerebro, aunque no pueda dividirse, pues es al completo como realiza todas sus funciones, puede diferenciarse en: el cerebro externo o neocortex, la nueva corteza que ha ido evolucionando durante 100 millones de años desde los mamíferos inferiores, los hominidos y los primeros homos, gracias a las experiencias y a las operaciones cognitivas superiores y el cerebro interno o paleocortex , donde se encuentran nuestros instintos primitivos, pulsiones animales, estado de alerta, este elemento a permanecido estacionado en el estadio de los mamíferos inferiores desde los últimos 100 millones de años. Todos los humanos tenemos en nuestro subconsciente los mismos instintos animales primitivos arrastrados desde la prehistoria, preparados para intervenir en cualquier circunstancia, y generalmente, condicionando en extremo nuestras acciones, por el otro lado, también tenemos los lóbulos frontales aptos para “actualizarse” con la información necesaria, la cual dependerá de la cultura donde se encuentre el individuo y le servirá para transformarse en un ente u otro. Ambos elementos parecen estar en conflicto, es por esto que el ser humano varias veces ha sido considerado como un ser con “defecto de fabrica”, pero lo que esta claro es que la explotación de un elemento parece llevar al alejamiento de la otro, esto es, la cognición superior parece contraponerse con las pulsiones inferiores, pero los placeres e instintos hechos conscientes parecen nublar la cognición superior, seria un peligro si un ente externo, un segundo, pudiese influir directamente sobre uno de ambos elementos, para contraponerlo con el otro en su propio beneficio. Cuando hablamos de la evolución individual, el proceso es conocido como ontogenia, en el individuo humano, su evolución psicológica dependerá de la educación recibida por su cultura, con los entes paternos y familiares como principales. Si por decirlo de algún modo los entes instructores estuvieran alienados, la información transmitida también lo estaría y la alienación se iría transmitiendo en colectividad. Entonces la correcta evolución del cerebro humano deberá realizarse gracias al conocimiento, general y objetivo, y esto debe incluir varias ramas como el conocimiento físico, biológico, histórico, psicológico, social y cultural de forma conjunta. Veamos un poco sobre los últimos procesos biológicos por los que hemos pasado durante la hominización hasta llegar a ser lo que somos hoy día.
Empecemos por una pregunta elemental, ¿Que es el hombre?, el ser humano, “homo sapiens”, el animal más desarrollado conocido hasta la fecha en la Tierra y el Universo. Etimologicamente animal, -alis (anima) ser animado, con capacidad de acción, pese a cualquier teoría creacionista, el ser humano es el resultado cumbre del proceso filogenético de ortogenesis (evolución de la especies) hasta el momento y esto es algo demostrado firmemente desde que Charles Darwin escribiese el Origen de las Especies en 1856, pese a que diversos sectores conservadores sigan atacando la teoría evolucionista, tan obvia, en pleno siglo XXI. Si el ser humano es producto de la evolución continua, entonces, a la inversa, en un pasado todos los seres vivos tuvimos un antepasado genético común, el cual todas las especies tienen grabado en su ADN, según las diferentes adaptaciones a sus respectivos ecosistemas se fue desarrollando la evolución en diferentes ramas hasta la aparición del hombre moderno, todos los humanos tenemos un 99'9% de coincidencia en el ADN, y este hecho desmonta tanto las teorías creacionistas como los prejuicios raciales. El ser humano es un animal y cumple todas las funciones esenciales de los animales: alimentación, respiración, circulación, excreción, movimiento, relación (percepción-respuesta) y reproducción, pero a los humanos se les adjudican diversas capacidades y aptitudes que lo diferencian de cualquier otro animal. Sus capacidades mentales le permiten aprender, inventar y utilizar estructuras lingüísticas complejas, escritura, matemáticas, música, ciencia, tecnología, religión, política. En comparación con otros animales somos entes sociales muy desarrollados, capaces de concebir, crear y transmitir conceptos completamente abstractos. Tendemos a simbolizar todos los cuerpos, fuerzas y sucesos que nos rodean y tratamos de dar un significado a todo a nivel individual y colectivo, de hecho, las cosas no existen por si mismas sino que son percibidas por nuestro cerebro y reciben el significado que creamos apropiado, según nuestras propias experiencias y el impacto emocional que nos causen. El ser humano posee un alto nivel de imaginación, gracias a la capacidad de enlazar conceptos e inventar otros nuevos, a partir de los primeros, somos entes especialmente creativos. Poseemos una elevada capacidad de empatía y tenemos consciencia de la propia existencia, del tiempo y del entorno. Sentimos una gran intensidad afectiva, expresiva (moral, arte) y emotiva, contamos con una gran capacidad de razonamiento y resolución de problemas complejos (ciencia, tecnología), en este aspecto en la sociedad actual, y desde siempre en la historia, el hombre a tendido siempre más a la capacidad mental (ciencia, tecnología) que a la afectiva (moral, arte). En consecuencia a la adaptación humana, sus instintos animales han ido desapareciendo gradualmente, no por completo ni mucho menos, pues es aun nuestro instinto animal el que controla e influye en todas nuestras acciones, pero no contamos con ningún tipo de habilidad especial instintiva, en las cuales los animales han ido perfeccionándose hasta limites asombrosos gracias a su progresiva adaptación a su medio, al cual quedan anclados. Así puede decirse que el ser humano cuenta con la ventaja evolutiva de su mente privilegiada, la capacidad de entender al medio, y modificarlo. El cerebro humano es hasta la fecha la maquina más compleja concebida por la naturaleza y aun hoy es imposible descifrarla por completo. El cerebro, aunque no pueda dividirse, pues es al completo como realiza todas sus funciones, puede diferenciarse en: el cerebro externo o neocortex, la nueva corteza que ha ido evolucionando durante 100 millones de años desde los mamíferos inferiores, los hominidos y los primeros homos, gracias a las experiencias y a las operaciones cognitivas superiores y el cerebro interno o paleocortex , donde se encuentran nuestros instintos primitivos, pulsiones animales, estado de alerta, este elemento a permanecido estacionado en el estadio de los mamíferos inferiores desde los últimos 100 millones de años. Todos los humanos tenemos en nuestro subconsciente los mismos instintos animales primitivos arrastrados desde la prehistoria, preparados para intervenir en cualquier circunstancia, y generalmente, condicionando en extremo nuestras acciones, por el otro lado, también tenemos los lóbulos frontales aptos para “actualizarse” con la información necesaria, la cual dependerá de la cultura donde se encuentre el individuo y le servirá para transformarse en un ente u otro. Ambos elementos parecen estar en conflicto, es por esto que el ser humano varias veces ha sido considerado como un ser con “defecto de fabrica”, pero lo que esta claro es que la explotación de un elemento parece llevar al alejamiento de la otro, esto es, la cognición superior parece contraponerse con las pulsiones inferiores, pero los placeres e instintos hechos conscientes parecen nublar la cognición superior, seria un peligro si un ente externo, un segundo, pudiese influir directamente sobre uno de ambos elementos, para contraponerlo con el otro en su propio beneficio. Cuando hablamos de la evolución individual, el proceso es conocido como ontogenia, en el individuo humano, su evolución psicológica dependerá de la educación recibida por su cultura, con los entes paternos y familiares como principales. Si por decirlo de algún modo los entes instructores estuvieran alienados, la información transmitida también lo estaría y la alienación se iría transmitiendo en colectividad. Entonces la correcta evolución del cerebro humano deberá realizarse gracias al conocimiento, general y objetivo, y esto debe incluir varias ramas como el conocimiento físico, biológico, histórico, psicológico, social y cultural de forma conjunta. Veamos un poco sobre los últimos procesos biológicos por los que hemos pasado durante la hominización hasta llegar a ser lo que somos hoy día.
El ser humano lleva 4 millones de años de proceso de hominización, desde que las sequías de África por el cambio climático llevasen a un grupo de primates a tomar la decisión de adentrarse o no en la sabana como nuevo ecosistema y abandonar su vida en los árboles, el proceso no se ha detenido. Gracias a nuestra adaptación como seres bípedos, hemos podido liberar las manos y poder utilizarlas, caminar erguidos con gran estabilidad de movimiento y desarrollar las capacidades afectivas al poder comunicarse a la cara. Con la aparición del Australophitecus, nuestra especie a ido evolucionando progresivamente, adoptamos la carne como nuevo alimento lo que desarrolló la capacidad cerebral, nos convertimos en omnívoros, mientras otros primates como el Paronthropus no se adaptaron debido a su dieta vegetariana, el proceso continuo con los Homo cada vez a mas velocidad
Especie – Aparición – Procedencia – Capacidad craneal
(Millones de años) (Centímetros cúbicos)
(Millones de años) (Centímetros cúbicos)
Australopithecus Afarensis 3'9 a 3 África, Etiopía, Kenia
Paranthropus Boisei 2'3 a 1'2 África Oriental
Homo Habilis 2'3 a 1'4 África 510 - 660 c.
Homo Ergaster 1'9 a 1'4 Oriente y África del Sur 700 - 850 c.
Homo Antecessor 1'2 a 0'8, Península Ibérica, 1000 c.
Homo Erectus 1'5 a 0'35, África, Eurasia (Java, China, India, Caucaso) 800 - 1100 c.
Homo Heidelbergensis 0'6 a 0'3 Europa, África, China 1100 - 1400 c.
Homo Cromagnon 0'3 a 0'2 Europa 1500 c.
Homo Rhodesiensis 0'3 a 0'15 Zambia 1300 c.
Homo Sapiens Idaltu 0'16 a 0'12 África 1450 c.
Homo Floresiensis 0'10 a 0'010 Indonesia 400 c.
Homo Neanderthalensis 0'34 a 0'03 Europa, Asia Occidental 1200 - 1800 c.
Homo Sapiens Sapiens 0'2 - "" Todo el Mundo 1600 c. - 2000 c.
Fueron necesarios 3 millones de años de evolución homínida hasta configurar definitivamente al Homo Sapiens, y varios procesos tanto fisiológicos como cognitivos, los cuales se fueron estructurando a medida que el genero Homo evolucionaba durante el Pleistoceno
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| Homo Ergaster |
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| Homo Erectus |
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| Homo Neandhertalensis |
Homo Habilis: Su hábitat aun incluye los arboles, la formación de las manos y los dedos evoluciona hasta el punto de convertirse en uno de los órganos más refinados de la naturaleza, le permiten manipular y fabricar instrumentos y le dan una capacidad táctil superior. Comienza la ingestión de carne por lo que se inicia la alimentación omnívora, facilitando su adaptación y supervivencia
Homo Ergaster: El físico estaba ya más acondicionado y evoluciona la expresión oral, lo que permite la aparición del lenguaje, y con el las primeras capacidades de abstración y la realización de relaciones sociales complejas, lo que amplia en gran manera su capacidad mental
Homo Erectus: Perfección en la fabricación de herramientas, hasta el punto de permitir la utilización de armamento, lanzas cortas y afiladas, industria lítica, capacidad de controlar el fuego, lo que mejora la calidad de su alimentación y con ella su potencia cerebral. Realiza migraciones desde África a través de Eurasia
Homo Heidelbergensis: El físico consigue gran fuerza y corpulencia, debido al clima más frío y hostil en Eurasia, comienza la utilización de pieles de animales como vestimenta y abrigo, constancia de primeros enterramientos con sus cadáveres
Homo Floresiensis: La altura apenas sobrepasaba el metro, aquí se da un extraño caso de la naturaleza debido a su reducido tamaño a causa de su adaptación en las pequeñas islas en el Océano Índico
Homo Neanderthalensis: Debido al clima hostil, la evolución mental y física es más avanzada, se perfecciona la fabricación de pieles como indumentaria y la calidad del armamento, garrotes, mazos, y lanzas más grandes y potentes, enterraban a sus muertos pero aun eran comunes practicas tales como la antropofagia entre los integrantes de la propia especie.
Homo Sapiens: Aparece en África, el potencial mental se intensifica de gran manera, nivel de abstracción más profundo, relaciones sociales aun más complejas, aparición de la moral, enterramiento y respeto por los muertos, mayor control ante practicas caníbales y pulsiones salvajes, aparición de la expresión artística y evolución de los instintos afectivos, capacidad de empatia y conciencia refleja, más altura y adaptación física, la calidad armamentística es superior, las lanzas son más largas, maleables y afiladas, mayor capacidad de control directo sobre el medio
Puede confirmarse que el hombre, Homo Sapiens Sapiens, apareció hace 200.000 años con la gran ventaja de su adaptado intelecto. Convivimos con descomunales depredadores, con una glaciación, desastres naturales y con otros Homos y finalmente nos posicionamos como líderes en la cadena alimenticia, es imposible llegar a conocer completamente la inmensa historia antes de la historia, pero si se pueden recoger los hechos más relevantes. Podemos prácticamente confirmar que hace 75.000 años el gigantesco volcán Toba (Sumatra) entro en erupción y que el suceso hizo descender la población mundial de humanos a unos 10.000 supervivientes o menos, este fenómeno es conocido como “cuello de botella”, y fue aquí donde se confirmo la gran capacidad de adaptación del ser humano, que pudo resistir el impacto climático y sobrevivir.
Durante esta época el ser humano salió de África y comenzó sus migraciones, viéndose obligado a desplazarse para sobrevivir practicando la cacería, pesca y recolección salvaje y llevando una forma de vida nómada debido a las migraciones de los animales, su fuente de alimentación.
Hace 50.000 años, el ser humano sale de África
Hace 40.000 años el ser humano llega a Eurasia
Hace 30.000 años el ser humano llega a Oceanía
Hace 25.000 años el ser humano llega a Norteamérica
Hace 15.000 años el ser humano llega a Sudamérica
Hace 15.000 años el ser humano llega a Sudamérica
A partir del 15.000 a.C. el ser humano había realizado la gran epopeya de expandirse desde África por los cinco grandes continentes del planeta, como puede apreciarse, el paso a través de Oriente Próximo es esencial para la migración hacia Eurasia y es allí donde el flujo demográfico humano es más intenso y donde se instalaron los primeros asentamientos y núcleos de población, donde poco después surgirá la agricultura, ramadería y así el comercio y los primeros asentamientos defensivos, es aquí donde comienza la civilización, y con ella la cultura humana, con sus diferentes ramas de tradición y política para organizar la sociedad.
La religión no se puede datar, pues va pareja con nuestra actividad psíquica, desde que comenzamos a simbolizar el entorno y tratar de dar sentido a nuestra mente, existencia, a la naturaleza sin un medio para descifrarla, estamos hablando de religión, con el animismo, remontado a épocas tan remotas como las primeras danzas y ritmos musicales, tratamos de dar vida u forma humanizada a elementos que no la tienen, montaña, cielo, agua, pájaro, lobo, serpiente o sentido a reacciones emocionales de la existencia, muerte, enfermedad, vejez, hambre, dolor, tabú, la religión se remonta al concepto, el momento en que tratamos de entender, pero no poseemos la ciencia para obtener la respuesta, por lo tanto creamos nuestra respuesta, la religión es arte en si misma. En cuanto a la expresión artística, aunque se pueden confirmar pinturas aun más antiguas, las cuevas de Altamira en Cantabria, España y de Lascaux, Dordogne, Francia, pueden considerarse la más destacadas y donde se muestra el arte humano en forma compleja, aquí se pueden ver algunos dibujos datados del 12.000 a.C.
Estás pinturas de hace quinze mil años en poco se diferencia al arte contemporáneo excepto solo por la antigüedad de la obra y los medios requeridos para su fabricación, la intensidad artística y expresiva del autor es la misma, es arte, y en su forma no ha cambiado al igual que nuestro cerebro actual sigue siendo el mismo en estructura que el del primer Homo Sapiens que surgió en África. Pero todos estos avances cognitivos propiciaron el inicio de la civilización y la cultura, una vez que el hombre escapa victorioso de la lucha por supervivencia en la naturaleza, crea su propia lucha, y con ella comienza un nueva fase de adaptación humana conocida como historia
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